El realismo fue otro de los movimientos que tuvo una gran repercusión en el panorama literario internacional. Una corriente que surgió como respuesta al romanticismo y que supuso la ruptura por completo de los cánones establecidos, con autores que dejaron atrás ese subjetivismo y mundo de fantasía para sumergirse de lleno en una representación de la realidad, expresándose sin ningún tipo de tapujo.
Desde Espectáculos BCN, como amantes de la literatura, hemos decidido centrarnos esta vez en el realismo literario, y que mejor forma de hacerlo que a partir de algunos de sus autores principales y sus obras maestras. Emprende este viaje con nosotras y descubre el espíritu realista de la mano de estos 10 grandes representantes. ¡Empecemos!
Índice
Toggle10 escritores del realismo literario que debes conocer
En el mundo de la literatura, nos podemos topar con infinidad de movimientos y corrientes estéticas que surgieron en un momento determinado como reacción a lo que hasta el momento se había establecido. En este artículo, nos centraremos en el realismo, corriente literaria que se desarrolló en Francia en la primera mitad del siglo XIX.
El realismo fue una forma de revelarse ante el movimiento del romanticismo, que se desarrolló a principios de siglo, fomentando una aproximación más bien subjetiva, centrada en los sentimientos y en los pensamientos idealistas y fantásticos. Con la llegada el realismo, se pasó de este mundo imaginario a una concepción de la realidad como tal, retratando el mundo y poniendo en relieve una crítica social y política que hasta entonces no se había mostrado. Una realidad envuelta por penumbra, desigualdades y las injusticias en una vida cotidiana muy marcada por las clases.
Para poder entender mejor el realismo y su influencia en la literatura, hemos querido centrarnos en sus principales autores, focalizando también en sus obras, que ya forman parte de la historia de la literatura. Desde los inicios con Stendhal hasta cruzar la frontera hasta Reino Unido de la mano de Dickens hasta llegar a los autores españoles. Un recorrido por distintos escritores con los que nos podremos sumergir en sus páginas. ¿Nos acompañas?
Stendhal
Empezamos con Stendhal, uno de los padres del realismo y principal referente del movimiento. Henri Beyle, conocido popularmente por su seudónimo, es sin duda uno de los autores más influyentes del realismo, sumergiéndose desde bien temprano en esta nueva concepción y llevándola a lo más alto.
Podemos ver esta influencia en sus obras más importantes como Rojo y negro o La cartuja de Parma, en las que el autor pone de relieve por primera vez a los personajes y su análisis psicológico además de hacer una crítica a la sociedad y a las clases que la conforman. ¡Un autor clásico que no te puedes perder!
Libros de Stendhal
Benito Pérez Galdós
Nos trasladamos hasta España para conocer a Benito Pérez Galdós, novelista, dramaturgo y cronista además de político que también tuvo un gran papel dentro del realismo literario. Galdós llego a escribir un total de 32 novelas, además de sus numerosas obras de teatro y episodios nacionales, legado por el que se estuvo nominado al Premio Nobel de Literatura en 1912.
Sus obras son un claro ejemplo de los ideales realistas, con descripciones al detalle de los espacios y personajes profundos, mostrando su mundo interior. Un gran ejemplo de ello es Doña Perfecta, toda una obra maestra.
Libros de Pérez Galdós
Charles Dickens
Seguimos con Charles Dickens, uno de los escritores con más renombre a escala internacional y gran representante no solo del romanticismo, sino que también del realismo. Dickens fue uno de los máximos exponentes de la literatura del siglo XIX, moviéndose entre los límites de la fantasía y la realidad.
Desde obras como el mítico Cuento de Navidad hasta llegar a la más real de las historias de la mano de Oliver Twist, en la que podemos ver presente una constante crítica social frente a la pobreza y la estatificación de la sociedad con elementos trágicos como sello del autor. Sin duda, un genio de la literatura que todavía hoy recordamos gracias a sus obras, que llenan los estantes de todas las librerías. ¡Muy recomendado!
Emilia Pardo-Bazán
El papel de las mujeres en la literatura realista estuvo marcado por Emilia Pardo-Bazán, considerada como una de las primeras feministas, con unas ideas muy claras ya en el siglo XIX, dejando una huella imborrable en este campo.
Pardo-Bazán consiguió trasmitir todos sus pensamientos y sentimientos en sus obras, muy marcada por el papel que de las mujeres y el deseo de esta autora por dejar atrás esa sociedad en la que estas estaban encarceladas en su casa cuidando de los hijos, sin ni siquiera optar a la educación. Esto lo podemos ver muy claro en Los pazos de Ulloa, una de sus novelas más reconocidas. ¡Espectacular!
Fiódor Dostoyevski
Llegamos al ecuador de esta lista de los mejores autores del realismo literario con nada más y nada menos que Fiódor Dostoyevski. Este escritor ruso fue sin duda una gran revelación en el campo del realismo, sumergiéndose de lleno en la psicología humana de la mano de sus personajes y abordando el mundo que le rodeaba desde una visión crítica.
Dostoyevski fue de ideas pacifistas, con una gran influencia por la Rusia zarista, hecho que reflejo muy bien en sus obras, como Humildes y ofendidos, Los hermanos Karamázov o Crimen y castigo. ¿Todavía no las has leído?
Gustave Flaubert
No podíamos dejar de lado a uno de los grandes representantes del realismo. Gustave Falubert formó junto con Balzac y Stendhal un trío que ha pasado a la historia como uno de los más potentes dentro de la literatura realista, no solo en el ámbito francés sino también a escala internacional.
Este escritor francés ha pasado a la historia por ser el autor de una de las obras maestras de todos los tiempos, como lo es Madame Bovary. Una novela sin precedentes en la que Flaubert consigue dar profundidad y no quedarse en la superficie. ¡Un ejemplo excelente del realismo!
William Makepeace Thackeray
Novelista, ilustrador y periodista. William Thackeray es uno de los grandes representantes del corriente realista en Inglaterra junto con Charles Dickens. Se adentró de lleno en este movimiento, siendo uno de los autores con más obras escritas en torno a esta nueva filosofía de vida, centrada en descubrir la realidad tal y como era, sin azucararla y dejando de lado el romanticismo en toda su esencia con su lenguaje satírico e irónico.
Entre sus obras más importantes cabe destacar La suerte de Barry Lyndon o La feria de las Vanidades. ¡Descúbrelas!
Lev Tolstoi
Tampoco podía faltar Tolstoi entre estas 10 grandes figuras del realismo literario. Este novelista nacido en Rusia fue sin duda una de las grandes sorpresas del siglo XIX, traspasando las fronteras hasta convertirse en uno de los máximos representantes de este movimiento tan extendido.
Este autor se centró en buscar un sentido a la vida y en analizar la sociedad, reflexiones que plasmo con su pluma en el papel y que todavía hoy recordamos a partir de obras como Guerra y paz o Ana Karenina. Dos imprescindibles de la literatura que debes leer ni que sea una vez en la vida.
Leopoldo Alas Clarín
Llegamos al final de esta lista volviendo a la tradición realista española de la mano de Leopoldo Alas Clarín. Escritor y jurista nacido en Zamora, Clarín se convirtió en una de las grandes figuras dentro de este corriente, marcado por el visón del mundo desde sus propios ojos, haciendo una crítica no solo de la sociedad, sino que también de su representación en los medios.
En su obra más conocida La regenta podemos ver presente esta influencia de los autores realistas y naturalistas que le precedieron, convirtiéndose en una de las obras más aclamadas de todos los tiempos. ¡Todo un clásico!
Mark Twain
Ponemos punto final a este artículo con Samuel Langhorne Clemens, más conocido por su seudónimo Mark Twain. Escritor, orador y humorista estadunidense, Twain fue uno de los escritores más aclamados por la crítica, con obras en las que pudo reflejar a la perfección ese espíritu realista que tanto marco su carrera como escritor.
Entre sus obras más destacadas cabe destacar Las aventuras del Tom Sawyer o Las aventuras de Huckleberry Finn, dos clásicos de la literatura mundial que todavía hoy tenemos muy presentes. ¡Si no los ha leído, te animamos a hacerlo! No te vas a arrepentir.
Antón Pávlovich Chejov
Chejov es un cuentista y dramaturgo ruso que rompió con las estructuras clásicas y usó el realismo y el naturalismo como formas de expresión principales. Es uno de los más reconocidos autores de cuentos cortos, en los que uso el realismo psicológico con maestría volviéndose esta su marca.
La forma en la que el lector se iba amoldando al sentimiento y la emoción del protagonista, la manera en la que el ambiente narrativo se encuadraba perfectamente con las sensaciones que querían transmitirse son parte de la genialidad de los relatos de Chejov. Su cuento Sala No. 6, que halal sobre la vida de los reclusos de la Rusia zarista, es uno de los textos más importantes del realismo del siglo XX.
¿Cuál fue el autor más importante del realismo?
Dentro de la corriente realista hay muchísimos nombres que deben ser incluidos entre los clásicos del género, pero si debemos considerar al más importante de los nombres, tendría que ser Honorec de Balzac. Junto a Stendhal, se convirtió en uno de los tótems de la literatura de la época y su proyecto La comedia Humana, uno de los proyectos más ambiciosos de las artes.
La Comedia Humana fue ideada como una contraposición a La Divina Comedia de Dante, y buscaba servir como una contemplación profunda de la sociedad francesa de la época de Balzac. Serían un entramado de 137 obras interconectadas que reflejarían por completo la sociedad francesa desde la caída del Imperio Napoleónico hasta la época de Balzac. Así, la construcción de este compilado de obras -inconclusas- es, sin dudas uno de los más grandes cimientos del género realista.
Autores del realismo latinoamericano
Si bien el realismo literario en Europa estuvo asentado sobre la idea de retratar la humanidad y la sociedad de forma más certera y realista, apelando frecuentemente a la crítica social y al reflejo de las inequidades y contradicciones humanas, el realismo en el continente americano, y específicamente en Latinoamérica adoptó otros matices.
Y es que, así como el realismo se desarrolló de otra forma en Europa. El Romanticismo también se constituyó de forma independiente en Latinoamérica. En las tierras latinoamericanas el Romanticismo lejos de desvincularse de las luchas sociales -como sucedía en Europa-, más bien se inspiró en los sucesos, guerras y levantamientos sociales para sustentar sus argumentos que tendían más al nacionalismo y al heroísmo patriótico.
El Realismo latinoamericano, por tanto, no se construyó como una confrontación directa a las proposiciones del Romanticismo, sino, más bien, se integró a él. Ambos formaron una combinación que dejaba colar característica de uno u otro sin distinción y juntas en una misma idea. Cuando el realismo empezó a constituirse como un género importante en Latinoamérica vino de la mano del lado más social y reivindicativo del Romanticismo americano. La conjunción de las características de ambos géneros desembocó en lo que a posteriori se convertiría en el género más importante de la región, el realismo mágico.
El realismo latinoamericano terminó por desarrollar, por un lado, características más costumbristas o regionalistas, que después se mezclarían con lo indigenista; o, por otro lado, un realismo social que seguiría con la crítica política y moral de la sociedad de la época.
Entre los nombres más importantes del realismo latinoamericano podemos contar: Rómulo Gallegos, Clorinda Mattos de Turner, José Eustasio Rivera o Miguel Ángel Asturias.
Realismo literario: características principales
El realismo, aunque se decantó por distintos matices de las realidades según fuese el contexto, siempre mantuvo una estructura más o menos estándar en cada obra. Te dejamos algunas de las características constantes de género.
Cientificismo y objetividad
A diferencia del Romanticismo que no sentía la necesidad de explicar de manera racional ni mucho menos científica ningún argumento, el realismo se esforzaba por garantizar que los argumentos, escenas o recursos fueran objetivos y verídicos.
El realismo no permitía la especulación o la duda al momento de exponer un suceso. En general, los escritores del realismo solían documentarse y volverse ilustrados en varias categorías del conocimiento para sustentar sus afirmaciones o escenas. Si narraban el deceso de algún personaje o los síntomas de una enfermedad, se volvía letrados en las ciencias médicas del momento. Si narraban las desventuras de un acusado o algún argumento sucesorio leían hasta volverse expertos en abogacía, etc.
Representación de la realidad
La representación de la realidad, a diferencia de otros géneros anteriores no estaba sujeta solo a episodios selectos, la realidad debía ser expuesta en todas sus aristas. Esto incluía las contradicciones, injusticias, perversiones y atrocidades. Aun así, el realismo no buscaba lo grotesco o burlesco, as bien la representación de la realidad buscaba distanciarse de elementos sentimentales o emocionales que pudiesen darle otro tipo de valor que no fuese el meramente expositivo.
Verosimilitud
Por supuesto, buscando ser lo más exacto, creíbles y plausibles, la verosimilitud y la objetividad debían condiciones indispensables para cada escritor. Cada escena, argumento o descripción debe ser lo más creíble posible, de tal forma que el lector pueda imaginar o reproducir la escena perfectamente como una posibilidad de su vida cotidiana. Este recurso permitía que el lector se sintiera más inmiscuido en el relato, más cercano a los personajes y más propenso a vincularse personalmente con la historia.
Compromiso moral, político y humanitario
El compromiso social del realismo era prioritario. Uno de los leitmotiv más recurrentes del género sería la crítica política y moral de la sociedad y cultura de la época. Para quienes participaron del género, era responsabilidad del creador, del artista mantenerse involucrado en la realidad social, y exponerla tal como se venía suscitando para generar consciencia y cambio real.
Predominio del narrador omnisciente
Entre los recursos más repetitivos en la prosa realista está el uso del narrador omnipresente. Este tipo de narración distanciada e impersonal, permitía poder exponer sin sentimentalismo, excusas o emocionalidad las acciones de los personajes. Esto no excluía la posibilidad de que el narrador emitiese un juicio moral sobre las acciones del relato, pero sí daba una sensación mayor de objetividad y credibilidad.
Personajes comunes
Por lo general, los géneros anteriores centraban las acciones y personajes principales en la nobleza y lo cortesano. Sin embargo, el realismo, fiel a su compromiso social vuelva los protagonismos a las clases populares o en su defecto a la burguesía y clase media y sus problemas. La nobleza no desaparece los relatos, pero deja de ser percibida como protagonista, motivadora o incluso interesante.
Monólogo interior
Las novelas del realismo especialmente desarrollaron un recurso que se volvería recurrente en la literatura moderna y contemporánea, el uso del monólogo interior. A través del monólogo interior podemos entender el razonamiento y motivaciones de los personajes, entendiendo que tales pensamientos o motivos no son necesariamente conocidos por sus interlocutores en el relato. E, incluso, muchos de estos monólogos se convierten en una conversación directa con el lector cuyas preguntas y respuestas ante lo dicho por el personaje se convertirán en interacciones con el texto.
2 respuestas
La información esta muy bien detallada pero comestistes un fallo. El premio nobel de 1912 de Literatura se lo dieron a Gerhart Hauptmann y no a Benito Pérez Galdos. Este fue nominado pero al ser de ideología progresista y republicana y hacer crítica de la Iglesia le conllevaron a enemigos de grandes sectores tradicionalistas de la sociedad española que estos boicotearon su premio nobel aún siendo el favorito.
Obras de mucha valía para el estudiante y profesores que nos conlleva a tener que investigar con más profundidad.
agradezco por ese cariño y ayuda a los docentes y alumnos de menor recurso económico