¡Descubre todo sobre la literatura gótica y sus características! ¿Cómo pasó la palabra “gótico” de describir a un pueblo alemán, luego a un estilo arquitectónico a, finalmente, definir un género literario terrorífico? En Espectáculos BCN somos muy curiosas y el mundo de las palabras y la literatura nos fascina, así que, quisimos averiguar todo sobre “lo gótico”. ¡Ven, adéntrate en la literatura más terrorífica con nosotras!
Stephen King, George Romero, Agatha Christie, o cualquiera de los autores de literatura negra moderna tienen una deuda enorme con las escritoras y escritores góticos. Todo ese sentimiento sublime que genera el terror moderno y la intriga tras cada esquina que nos deja al borde del asiento fue ideada por un pequeño grupo de autores románticos que decidió que la literatura debía exaltar los sentidos y provocar reacciones. Pero, entonces ¿qué es la literatura gótica? Sigue leyendo y descubramos de donde surgió este término.
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Toggle¿Qué es la literatura gótica?
Después de un siglo dedicado enteramente a erigir la razón como la máxima y la única verdad, los autores disidentes que consideraban que la realidad y la vida podían ser mucho más que la Razón empezaron a trabajar sobre nuevas formas literarias. A finales del siglo XVIII y de la Ilustración, surgió el Romanticismo y su arremetida contra el Neoclasicismo y la Era de la Razón promovió la aparición de nuevas ideas y estilos literarios. Una de las formas del Romanticismo fue la narrativa gótica.
El termino gótico hace referencia en principio a una tribu perteneciente al ahora territorio alemán: los godos. Posteriormente, fue usado como sinónimo de alemán, y luego aplicado a un estilo artístico nacido en Europa occidental caracterizado por su complejidad y la abundancia de detalles, usado ampliamente en las obras arquitectónicas religiosas.
En este contexto, Horace Walpole, en 1764, escribió “El castillo de Otranto, una historia gótica” con el cual se dio inicio a varias referencias reiterativas del género. En primer lugar, la inspiración medieval, el uso ambiental de castillos, abadías, y demás estructuras típicamente de estilo gótico. Y, por otro lado, el juego con la luz y la arquitectura creando espacios inquietantes, muy característico de ese estilo.
Aunque el término gótico estaba más ligado a Alemania, la narrativa gótica tuvo más representante e impacto en Inglaterra, de donde son la mayor parte de las más importantes historias del género. Sin embargo, es un estilo que tuvo representantes en toda Europa y tardíamente en América.
Características de la literatura gótica
Aunque la literatura gótica es muy amplia y engloba otros importantes subgéneros hay características que definen el estilo y paradigmas bajo los cuales podemos definir sus límites.
Localizaciones medievales: ambiente y entorno
Castillos abandonados, abadías siniestras, mazmorras y bosques lúgubres, todas estas localidades han sido escenarios de las mejores historias góticas. Las localizaciones no son solo presentadas por sus evocaciones sombrías, sino que son descritas minuciosamente creando un efecto en el lector, generando específicamente ansiedad y la sensación del acecho del mal.
Los autores góticos construían minuciosamente un entorno sombrío y espeluznante buscando crear una atmósfera inquietante y melancólica. Los elementos arquitectónicos, las locaciones, los entornos naturales, y hasta las condiciones climatológicas se configuraban para crear un ambiente propicio para las historias.
Por otro lado, no todas las historias góticas son en ambientes medievales, también lo exótico estaba incluido en la ecuación. Muchas de las ficciones se desarrollan en culturas extranjeras, o los argumentos discurren alrededor de objetos exóticos. La cultura árabe, egipcia o indígena fueron algunos de los entornos que se usaron para crear el ambiente de suspenso ideal.
Personajes estereotipados
La dama en apuros, la belleza gótica medieval de tez clara, humor melancólico y personalidad ausente, semblante algo enfermizo y débil. El villano, generalmente nobles malvados que suelen mantener a la damisela secuestrada o restringida de alguna manera. Los villanos con una tendencia a la autocracia con justificaciones supuestamente benevolentes son clásicos de estas historias. También lo son los villanos engañosos que enamoran al lector con su carisma y su presencia en primera instancia para luego develar su verdadera intención.
Los héroes, por su lado, empezaron por parecerse a los típicos románticos: idealistas, valientes y apasionados, para luego convertirse en algo más parecido a los antihéroes: imperfectos, pecadores; pero siempre ostentando una presencia física imponente y un rango social elevado.
Por otro lado, las presencias paranormales y fantasmas, entidades oscuras, atormentadas que representan una presencia siniestra sobre el protagonista o la damisela.
El misterio y miedo
Los autores góticos creían que la literatura debía crear un sentimiento extracorpóreo, supra sensorial, algo superior a nosotros mismo, y lo denominaron “sublime”. Para lograr “lo sublime” debía generarse cierto grado de tensión, una sensación de peligro inminente con una pizca de esperanza. El resultado esperado es el de conmoción, el de suscitar en el lector un fuerte sentimiento.
Los góticos comprendieron que uno de los sentimientos más profundamente conectado a lo sensorial, y por tanto a lo sublime es el miedo. Una buena historia gótica debía asustarte y sorprenderte. El miedo, en general, es generado por las cosas que no podemos entender, o están fuera de nuestro control, así que, la forma favorita de evocar el miedo y el suspenso eran los eventos o personajes sobrenaturales.
Actividad sobrenatural y paranormal
Objetos inanimados, criaturas deformes, míticas o extrañas, pociones o espíritus forman parte del relicario de personajes y sucesos paranormales que la literatura gótica aprovecha para sus historias. La fantasía gótica, además incorporó criaturas fantásticas como el vampiro, monstruos resucitados como Frankenstein, e incluso los primeros zombis.
Para reforzar las situaciones paranormales, las historias contienen presagios, conjuros y elementos predictivos y simbólicos que ayudan a reforzar el ambiente tensional y de misterio.
El romance gótico
Estando inscrito dentro de la corriente romántica, el amor y la muerte jugaban papeles importantes dentro de la narrativa gótica. Los amores pasionales, las tragedias y los sentimientos intensos caracterizan las ficciones de este género.
Lo onírico
Los sueños, especialmente las pesadillas, son relevantes para los autores góticos. Son usados para dos puntos importantes, primero generar angustia emocional en los personajes, y también, como elementos premonitorios.
Las pesadillas son asociadas a apariciones, terrores nocturnos y eventos sobrenaturales. Por lo tanto, lo onírico podía permitir desarrollar muchas de las características del estilo literario y a la vez darle un atenuante a las acciones y personajes.
Las pesadillas están, de igual forma, vinculadas intrínsecamente a la angustia. Muchos autores exploran los limites entre la angustia, la ansiedad y la locura, y, las pesadillas les ayudan a argumentar y exacerbar los estados mentales en sus personajes.
Principales autores de la literatura gótica
La literatura gótica ciertamente fue un estilo que inicio a finales del siglo XVIII, pero, entre el nacimiento de varios subgéneros y el resurgimiento de muchas de sus características se ha mantenido siempre vigente. Conozcamos algunos de sus mayores exponentes.
Matthew Lewis
Iniciador e impulsor del estilo durante los primeros años del siglo XIX. Llevó la novela gótica a los límites de lo permitido por la censura de la época. Su novela El monje combinaba ambientes góticos, misterios y terrores, con elementos sagrados como la figura de monjes y monjas y depravaciones morales. El horror que causó en gran parte de la sociedad le dió un empujón definitivo al género.
Ann Radcliffe
Una de las primeras en desarrollar una variante al héroe romántico que posteriormente se conocería como el héroe byroniano (por el poeta Lord Byron). Es conocida como la principal representante del “gótico temprano” con su novela Los misterios de Udolfo. Uno de los reconocimientos que hoy perduran de la literatura de Radcliffe es el concepto de feminismo gótico. Las damiselas de Raddcliffe usaban una fingida debilidad para lograr sus metas.
Mary Shelly
Iniciando lo que se conoce como el “segundo periodo”, Mary Shelly se consagró como una de las principales representantes del género al publicar Frankenstein. Generalmente, está obra es considerada como ciencia ficción, pero la falta de explicaciones científicas y racionales al origen de lo monstruoso lo empuja más al paradigma de lo gótico. Y por supuesto, el personaje principal y el monstruo son individuos que cumplen con las características de los héroes y antihéroes góticos.
Gustavo Adolfo Bécquer
No todos los autores góticos escribieron ficciones. La poesía también tuvo representantes importantes en la historia literaria como Lord Byron y Bécquer. Las Rimas y Leyendas de Bécquer son piezas fundamentales de la historia literaria española. Aunque poco valorados en vida, los escritos de Bécquer son hoy uno de los legados más grandes de la literatura romántica.
Emily Brontë
Representante de lo que se conocería como lo “nuevo gótico”. Emily transportaría el estilo gótico a la ruralidad inglesa en Cumbres Borrascosas. La creación de sus personajes icónicos como Heathcliff, el típico héroe byroniano peligroso y malo; y el ambiente, hostil y tenso, son cualidades fundamentales de lo nuevo gótico.
Edgar Allan Poe
El más conocido de los autores americanos del estilo gótico. Su importancia para lo “gótico tardío”, le dio un nuevo impulso y lo convirtió en el innovador del género. Los trabajos de Allan Poe originaron nuevas estructuras literarias e inspiraron a autores de la nueva generación gótica europea que vendría con el cambio de siglo. Además, en América serviría de catalizador creativo para lo que se enunciaría posteriormente como lo gótico sureño con autores como Harper Lee o Ann Rice.
Robert Louis Stevenson
Hacia el fin del siglo XIX, los autores góticos empezaron a coquetear con algunas características que luego darían paso al modernismo. Dr Jekyll y Mr Hyde es uno los primeros ejemplos de cómo la mirada a lo sobrenatural y exótico empezaba a volcarse sobre la psique humana, y de como los terrores y horrores empezarían a salir de lo profundo de la propia humanidad, idea que continuaría la Modernidad.
Otros autores de la misma etapa como Oscar Wilde y su Retrato de Dorian Gray, Gastón Leroux con El fantasma de la ópera, y en menor medida Bram Stocker y Drácula, continuarían con la misma línea psicológica e introspectiva.