Las mejores escritoras victorianas

Gracias a las mujeres escritoras victorianas vivimos en un mundo diferente. Libraron una larga lucha por la igualdad y la justicia social y de género. Las escritoras victorianas revolucionaron la literatura, se escurrieron por rendijas a una palestra claramente dominada por los hombres, y poco a poco con su talento socavaron los muros que les impedían entrar al mundo literario.

Pasaron por muchas vicisitudes, y muchas siguen invisibilizadas por los seudónimos masculinos que debieron usar. Por eso, en Espectáculos BCN queremos homenajear a todas aquellas talentosas mujeres que se atrevieron a escribir, a publicar y a trabajar por un mundo más justo. ¡Vamos a conocer las mejores escritoras victorianas!

8 de las mejores escritoras victorianas

Uno de los géneros que más gusto a las escritoras victorianas, además del realismo, fue la fantasía y el terror. Algunos especulan que puede ser porque a través del mundo oscuro podían expresar alegóricamente sus miedos y frustraciones. A través de las oquedades de la fantasía, pero también del realismo, podían verse las críticas e inconformidades.

Estas escritoras supieron escribir sobre el mundo careciendo de experiencia mientras atendían su rol de ama de casa abnegada. Pudieron volverse famosas sin poder usar su nombre y pudieron escribir clásicos de la literatura sin permiso y sin reconocimiento. Sigue leyendo y descubre nuestra selección de las mejores escritoras victorianas.

Jane Austen

Jane Austen nació en el seno de una familia adinerada. Perteneció a la burguesía rural, aquella que vivía en el campo y cuya riqueza se relacionaba con el sector agrario. Este contexto se repetirá en todas sus obras. Las bucólicas imágenes del campo inglés, la separación entre burgueses pedestres y citadinos y la feminidad rural son tópicos clásicos de Austen.

Está considerada como una renovadora de la novela rosa, pues sus historias giraban ineludiblemente alrededor del amor y el matrimonio. Sin embargo, logró dotar a sus personajes de una profundidad e intelectualidad no típica del género. El humor satírico nada convencional, que se percibe en sus diálogos la volvió especialmente predilecta por los académicos.

Sus más importantes y versionadas obras son Orgullo y prejuicio y Sentido y sensibilidad, todas aparecieron bajo seudónimo. Aunque en su momento fueron leídas, no fue hasta el siglo XX cuando se reconoce la autoría de Austen y la importancia de su obra.

Charlotte y Emily Brontë

De Jane Austen pasamos a sus competidoras más directas, las hermanas Brontë, las más aclamadas Charlotte y Emily. Parafraseando a Charlotte Brontë, no existieron en la tierra dos temperamentos y escrituras más distintas que la Austen y Charlotte. Jane Austen fue sátira y razón, y Charlotte Brontë fue sentimiento y pasión pura. Y si Charlotte y Jane son de mundos diferentes, Emily Brontë vino de otro universo.

Quiso la fatalidad que todas las muertes de la familia se vincularan a la enfermedad romántica por excelencia, la tisis. Charlotte, Emily, Ann y Branwell son los talentosos hermanos Brontë. Ann se destacó en poesía, y Branwell en pintura y escultura. Por su parte, Emily y Charlotte pasaron a la posteridad literaria por su trabajo como novelistas.

Las letras apasionadas de estas hermanas son inconfundibles. Jane Eyre de Charlotte tuvo mucho éxito de inmediato. Charlotte retrató a una antiheroína, carente de riqueza y belleza, pero con una inteligencia superior. Se considera una de las primeras novelas feministas con una crítica profunda a la sociedad conformista y cruel.

Emily, por su parte, escribió el clásico Cumbres borrascosas duramente vilipendiado en la época, considerándolo cínico y atrevido. La escritura de Emily se considera hoy como muestra representativa del romanticismo pasional y brusco de la literatura inglesa.

Mary Shelley

Mary Shelley es otra de las mejores escritoras victorianas. Maestra de la novela gótica y autora del Moderno Prometeo, mejor conocido como Frankenstein. Hija de Mary Wollstonecraft, gran literaria inglesa, y la primera mujer en vivir como escritora profesional sin seudónimos.

El origen de Frankenstein es una historia famosa, pues, en la misma habitación germinaron dos importantes personajes del terror clásico. Mary y su esposo quedaron encerrados por una tormenta en una ostentosa mansión junto a Lord Byron y otros invitados. Inspirados por las conversaciones del día decidieron escribir relatos. Shelly escribió Moderno Prometeo; y Pollidori, acompañante de Lord Byron, escribió El vampiro que posteriormente inspiraría Drácula de Bram Stocker.

Aunque Moderno Prometeo se publicó primero bajo el nombre de su marido, posteriores ediciones reconocerían la autoría de Mary. Mary Shelly es reconocida actualmente por otro importante título: El último hombre, entendido como texto precursor del género post apocalíptico.

Mary Anne Evans – George Eliot

George Elliot es el seudónimo con el que Evans trató de asegurar que su obra tuviera repercusión. Quiso evadir el encasillamiento con el que se leían, si es que llegaban a eso, las obras femeninas. Es una de plumas ecuménicas del realismo provinciano inglés. Representaba la vida cotidiana de su época desde una perspectiva pesimista embargada por el contexto histórico. Los conflictos morales que presenta en sus tramas conmovieron a la sociedad victoriana y lo siguen haciendo hoy.

Adam Bede fue su primera novela, y presentó uno de los conflictos dramáticos más controversiales, el infanticidio. Tomando en cuenta las implicaciones de que una mujer publicara una novela con este contenido, además del miedo de no ser tomada con seriedad empezó a publicar bajo el seudónimo.

Violet Page -Vernon Lee

Violet Page ideó el seudónimo Vernon Lee para sus publicaciones tomando prestado el apellido de su medio hermano, Eugene Lee-Hamilton. Violet revolucionó la escena artística victoriana con su osadía, su estilo y su fuerte personalidad. Su obra fue relegada, no solo por ser mujer sino también porque su carácter indomable la hizo indeseable en los círculos literarios importantes.

Introdujo el concepto de “empatía” de la filosofía alemana en sus textos usándolo para la construcción psicológica de sus personajes.  La reacción anímica provocada por la conmoción que un objeto artístico puede ocasionar en un personaje es un tópico recurrente de su obra.

Escribió en diversos géneros, pero sus cuentos paranormales son los más alabados. El príncipe Alberico y la Dama Serpiente es de sus títulos más destacados. La mirada subjetiva de Paget sobre el terror inundada de trazos del decadentismo literario volvió esta obra un clásico indiscutible.

Elizabeth Gaskell

Importante voz de la novela realista industrial, llegando a ser publicada en la revista de Charles Dickens. Sus textos supieron contener la esencia de cada una de las clases sociales durante el periodo de la revolución industrial. Capturó los sentimientos, cualidades y vivencias de los sectores más pobres de la sociedad citadina. Entre sus peculiaridades más notables está el uso de los dialectos típicos de las clases medias inglesas. Junto a su esposo defendía el uso de los dialectos como una forma de expresión valida y reivindicable.

Mary Barton, publicada anónimamente, fue su primera novela. Ganó bastante reconocimiento y la ayudó a seguir publicando durante el resto de su vida. La escritura de Mary Barton fue, en sus propias palabras, un refugio donde escapar de las imágenes de la dolorosa y reciente muerte de su hijo. Esta obra es un recorrido por la vida más marginada y pobre de la Manchester industrial. Las penurias y vivencias de la clase obrera más empobrecida fue una inspiración y una necesidad expresiva de Gaskell. En el prefacio de la segunda edición diría que “quería expresar la agonía que de tanto en tanto convulsionaba a esta gente sin voz”.

Amy Levy

Amy Levy es otra de las mejores escritoras victorianas. El talento de Levy fue evidente desde muy temprana edad. Muchos consideran que parte de ese talento vendría de su clara conciencia de paria social. Judía, lesbiana y feminista fue una combinación que la sociedad londinense no le perdonaría. Sin embargo, el talento abrumador de Levy le permitió vivir holgadamente gracias a sus escritos, una singularidad para la época. Eleanor Marx y Clementine Black fueron algunas de sus amigas más cercanas e influyeron enormemente en su obra.

Romance of a shop o Historia de una tienda fue su primera y más elogiada novela. La inspiración para este texto la obtuvo de su estancia en el apartamento de su amiga Clementina Black y sus hermanas. En Romance of a shop acompañamos a un grupo de hermanas, a través de ellas se nos muestra la fractura de la mujer victoriana. Por un lado, dos de las hermanas están concebidas como la representación de las New Woman, y otra más conservadora.

Las New Woman querían romper con los estereotipos femeninos e incorporarse a nuevos sectores de la sociedad productiva. Las conservadoras preferían mantener el status quo y preservar la tradicional visión de la mujer circunscrita al hogar.

Beatrix Potter

Descubrió su talento como escritora por casualidad cuando quiso escribir algo para ayudar a dormir al hijo de su niñera. Potter era aficionada a la ciencia más que la lectura y eso determinó la creación de sus personajes. Su amor por la investigación científica y la naturaleza se nota a través de toda su obra.

Peter Rabbit fue su primer trabajo, en él demostró la capacidad de crear personajes literarios e ilustrados. Potter creó una nueva forma de fabula en la que los animales antropomórficos mantenían sus rasgos físicos y de comportamiento. Peter Rabbit destaca por su escritura rítmica, pero también logro juntar armoniosamente la rigurosidad científica con la imaginación infantil.

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