Crítica: Prima Facie con Vicky Luengo – Teatre Poliorama

Crítica: Prima Facie con Vicky Luengo - Teatre Poliorama

Prima Facie llega a Barcelona de la mano de una inmensa Vicky Luengo que nos invita a hacer un viaje visceral, doloroso y cargado de indignación. Un texto de Suzie Miller, dirigido magistralmente por Juan Carlos Fisher, que nos habla sobre la versatilidad de la justicia y la diferencia entre la verdad y la verdad legal.

Prima Facie, un monólogo intenso y doloroso que nos remueve desde bien adentro

Prima Facie nos presenta a Tessa (Vicky Luengo), una cotizada abogada defensora que es toda una fiera cuando está en el estrado. Una de esas abogadas listas, inteligentes, conocedoras de la ley y, sobre todo, de los agujeros legales por donde puede encauzar su defensa. Desde que estudió la carrera, la formaron para entender la diferencia que existe en la justicia y que divide la verdad de la verdad legal. No importa qué es cierto o no, lo que importa es cómo puedes narrar esa historia para que esa verdad expuesta se tiña de dudas.

Y en los últimos casos que ha tenido, Tessa ha salido ganadora. Han sido casos de abuso sexual y, ella, como defensora de los acusados, ha conseguido encontrar esos huecos legales para que los culpables sean declarados como inocentes. Porque ¿cómo se demuestra ese tipo de violencia? Es una palabra contra la otra, es decir: es la palabra de un abogado contra el otro. Y Tessa es la mejor.

Con esa lección bien aprendida y sus estudios de abogacía por bandera, Tessa siente que se come el mundo y que es invencible. Pero algo sucede en su vida, un hecho inesperado y doloroso, que le hará cuestionarse el papel de la justicia que tanto defendía.

Una interpretación apoteósica de Vicky Luengo

Casi dos horas de monólogo son los que dura Prima Facie. Y en esas dos horas no puedes apartar la mirada de esa bestia escénica que tiene nombre y apellidos: Vicky Luengo. Tiene tal variedad de registros que te lleva de la comedia al drama, del horror al juego, de la naturalidad a lo metafísico. Junto a ella, nos adentramos en nuestras entrañas para llorar con ella, gritar con ella, vomitar con ella.

La naturalidad que Luengo tiene a la hora de interpretar a este personaje nos pone los pelos de punta. Emociona ver la manera en la que lo vive y, sobre todo, la transformación que vemos en Tessa que, en la primera parte, es una loba preparada para comerse el mundo y, en la segunda, es una cordera mordida por ese mundo. Una actriz que, por mucho que hayamos visto en otros proyectos, aquí deja de ser esa actriz que conocemos y se convierte en Tessa, la abogada que es devorada por la justicia.

Una obra con un ritmo trepidante

El ritmo de la obra es trepidante: Vicky no para quieta en el escenario, interpretando diferentes lugares, escenas y momentos que se mueven del pasado al presente. Y no te pierdes en ningún momento. La dirección de Juan Carlos Fisher ha conseguido hilar todos los elementos y las escenas de una manera perfecta para que haya movimiento, sin saturación, haya datos, sin acumulación, haya una obra fluida, dinámica y muy activa.

Además, gracias al trabajo de luces creado por Ion Anibal López y al espacio musical de Luis Miguel Cobo, conseguimos dibujar todos los procesos mentales y emocionales por los que pasa Tessa. Las sombras proyectadas en las paredes, las luces que nos ayudan a situarnos en el tiempo y el acompañamiento sonoro y lumínico que hacen que Tessa parezca ahogarse y perderse en sí misma.

Prima Facie es una obra dolorosa. Dolorosa, pero necesaria. Porque la justicia ha sido creada por y para la sociedad, ¿no? Entonces, ¿cómo puede ser que la justicia termine siendo un juego de poderes, un juego de lobos, un juego de violencia? La justicia debería protegernos y ser más coherente con lo que realmente somos: seres humanos. Ahora es el momento de darle una vuelta a esas leyes que nos asfixian y volver a redactarlas teniendo en cuenta a todas las personas que formamos parte de este mundo: mujer, hombre, persona.

  • Lo que más me ha gustado: La interpretación cargada de registros que tiene Vicky Luengo. Su comicidad, su naturalidad, el horror que desprende… Es un camaleón escénico.
  • Lo que menos me ha gustado: Nada. La obra atrapa de principio a fin, nos invita a un viaje narrativo muy detallado que nos ayuda a adentrarnos profundamente en la obra y el mensaje. Enhorabuena.

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Elia Tabuenca Elia Tabuenca, licenciada en Filología Hispánica por la UNED, con un máster en Periodismo Digital en ESNECA. Vivo en Barcelona y trabajo como periodista cultural. Soy dramaturga y directora de la compañía LetrasConVoz y Laberinto Producciones, me encanta el teatro, la literatura y la música. Llevo más de 10 años trabajando en el sector digital, compartiendo los lugares que más me gustan de Barcelona, así como ofreciendo críticas teatrales, crónicas de conciertos, opiniones de libros y cubriendo las noticias culturales de la ciudad. Tengo un podcast cultural en Spotify titulado "Rumbo a la Cultura" donde ofrezco información quincenal sobre los eventos culturales más destacados de la ciudad. Ver mi Linkedin

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