Valoración: 7,5 sobre 10
La Sala Atrium inaugura la nueva temporada con PAU (Paisatges Als Ulls), una obra que da voz a las personas migrantes que han llegado a Europa con la esperanza del paraíso perdido. Y lo que se han encontrado aquí, ha sido de todo, menos un paraíso. Tres historias narradas en primera persona y donde conocemos sus experiencias, sus sueños, sus miedos y sus ilusiones.
Índice
TogglePAU (Paisatges Als Ulls) llega a la Sala Atrium
Es difícil valorar una propuesta como PAU (Paisatges Als Ulls). ¿Por qué? Porque si valoramos el componente social y de denuncia que hay tras la pieza, entonces es de 10. Y es que pocas veces dejamos realmente hablar a los protagonistas reales de las historias. En el teatro todo es ficción y un actor o actriz se encarga de dar vida a ese personaje en cuestión y a interpretarlo como pueda. Pero en esta obra no hay actores ni hay ficción. Personas reales nos cuentan sus vivencias reales y lo hacen mirándonos a los ojos, abriendo su alma y conectando con todos nosotros.
En PAU (Paisatges Als Ulls) conocemos la experiencia de tres personas de Senegal que vinieron a Europa persiguiendo un sueño: ayudar a sus familias, vivir mejor, reencontrarse con los suyos… Pero el sueño puede convertirse rápidamente en una pesadilla. Y esto es lo que les pasó a los tres protagonistas de esta historia que, desde el instante que decidieron marcharse de su país, empezaron a experimentar problemas y complicaciones.
El viaje por el desierto, la travesía por el Mediterráneo con la patera, la llegada a una España racista e intolerante… Estas son algunas de las vivencias que escuchamos en boca de los protagonistas de esta historia que, ahora, sí que tienen voz. Y tienen voz gracias a este bonito proyecto de teatro social que nos cuenta la realidad de muchas de las personas que conviven en nuestra ciudad. Malamine Soly, Yacine Diop, Dabo Malang/Lamine Bathily y Ariadna de Vilar son los encargados de contarnos sus experiencias y de estremecernos desde el patio de butacas.
Buen contenido, poca teatralidad
Pero, como he dicho al principio, PAU (Paisatges Als Ulls) es difícil de valorar porque, mientras que el contenido es excelente, la representación no lo es tanto. A la obra le falta ritmo, le faltan cambios de energía. Desde que empezamos y hasta que acabamos estamos moviéndonos por la misma energía: tristeza y dolor. Hay un momento en el que Yacine Diop cambia de energía y le aparece la rabia, la rabia de la recibida que tuvo en Europa y de la sorpresa que eso le produjo. Y ese instante es muy interesante, un momento en el que conectas con esa emoción que le nace de dentro y nos explota en la cara.
El acompañamiento musical es muy acertado. De hecho, le da ese toque teatralizado a la propuesta y envuelve las experiencias que nos relatan. Pero, para mí, también se peca un poco del tono melodramático. Con la música se puede jugar con emociones variadas y darle más energía al relato. Al final, todas las historias quedan explicadas con un tono muy similar y un tanto repetitivo.
PAU (Paisatges Als Ulls) es una propuesta interesante de teatro social y comunitario. Una obra que hace pensar y que nos muestra una realidad explicada por sus protagonistas. Porque nadie mejor que ellos para narrarnos cómo es la odisea para llegar a una tierra que les recibe con vallas, muros y miradas de rechazo.
- Lo que más me gustó: Que las personas migrantes en persona sean las que nos cuenten sus experiencias.
- Lo que menos me gustó: El ritmo de la obra, ya que empieza y acaba igual, con la misma energía y la misma estructura dramática.