Ai Ai Ai!, es el nuevo monólogo del polifacético actor y cómico, Bruno Oro, dirigido por Alejo Levis. El actor se enfrenta a su clon en el show y cuestiona el papel que plantea ChatGPT en nuestro día a día y, sobre todo, en las artes escénicas.
Después del gran éxito de la temporada pasada en Barcelona, y de su paso por el Teatro Fígaro de Madrid, Oro regresa al escenario de La 9 del Bosque este noviembre para poner a prueba su ingenio frente a la capacidad de la IA.
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ToggleAi Ai Ai! plantea el miedo a perder el trabajo por culpa de la tecnología
¿Podrá llegar la inteligencia artificial a reemplazarnos? Sin duda, es una cuestión que nos preocupa como sociedad ante el despliegue mundial de la tecnología. En este monólogo, Oro se enfrenta al miedo a perder el trabajo, poniendo a prueba a su clon virtual.
Nos encanta la gran capacidad del actor para arrancar carcajadas con su humor absurdo y a la vez ingenioso. Su versatilidad para representar desde una cajera de supermercado, a un abogado argentino o un chino en un aeropuerto es impresionante. Pero en este espectáculo, Oro se enfrenta a algo mayor: un clon hecho con inteligencia artificial.
¿Quién hará reír más al público? Oro utiliza todo talento para desafiar al otro, al que reta a cantar, bailar y hacer humor. Vive en carne propia el miedo de ser superado por un ser virtual y quedarse sin trabajo.
Su alter ego es más rápido y se nutre de la vida del cómico. En este espectáculo se recuperan personajes como el pijo Jacobo, el segurata Larry Vinagre, el influencer Casimiro y el actor porno Johnny Trabuco. Sin embargo, su clon no se cansa, aprende rápido y parece superarlo en ciertos momentos.
Humor que conecta con la actualidad
De Ai Ai Ai!, nos ha gustado la ingeniosa forma de tratar el miedo a no dar la talla y el temor a ser sustituido por la IA. Las redes sociales, el culto al cuerpo, las intolerancias alimentarias son algunos de los temas tratados en el show, y que Oro representa mediante gags de crisis actuales muy habituales.
El clon consigue arrancar carcajadas al público, más incluso que el propio comediante. Pero pese a la gran capacidad de la IA, esta no es perfecta porque le falta algo muy importante: soñar. Como señala Oro: “La IA está diseñada para optimizar el tiempo. Yo quiero perder el tiempo y divagar, pero noto que voy más estresado. Aún así, hay una cosa muy importante para mí, y es que la IA no puede soñar, todavía”.
Al final del monólogo, Oro nos demuestra (no desvelaremos el cómo) que no debemos percibir la tecnología como una amenaza, sino como una oportunidad para reinventar el teatro y la forma de interpretar.
Bruno Oro nos plantea los límites de la IA
La inteligencia artificial (e Internet en general) nació para hacernos la vida más fácil, pero parece que la vida sigue complicándose más. En palabras de Bruno: “Se crearon cuatro cosas para hacernos la vida más fácil: Internet, el móvil, los videojuegos y las redes sociales. Pero cada vez que entro a una farmacia veo más pastillas para dormir”.
Este monólogo toca la fibra y hace reflexionar sobre el rumbo de las nuevas tecnologías dentro de la sociedad. Nos muestra la realidad de un hombre con miedo a ser reemplazado por lo que más le gusta, el teatro. Y ese hombre podría ser cualquiera. Cada vez son más las profesiones que se verán suplantadas por la tecnología, porque ¿cómo se puede competir contra la gran capacidad y rapidez de la IA? Aun así, el show nos demuestra que los humanos tenemos creatividad y sueños, dos cualidades que superan a la IA y que valen Oro.
Lo que más me ha gustado: la parte final, cuando el actor involucra al público a participar en el show. También me ha gustado el tema tratado y la versatilidad del actor para interpretar distintos personajes a la vez.
Lo que menos me ha gustado: La interacción con el público está concentrada solo en el tramo final del espectáculo. Habría sido interesante verla más distribuida a lo largo de toda la obra.