El largo reinado de Victoria es el marco de una de las épocas más grandiosas de la literatura inglesa. El torbellino de cambios políticos, sociales y filosóficos que ocurrieron en el siglo XIX transformaron para siempre el arte. La literatura de esta época es una de la más querida y sus obras son clásicos inmortales. Dickes, Austen, Wilde, Brontë , muchos de los más influyentes nombres de la literatura en inglés surgieron en la época victoriana. En Espectáculos BCN ahondaremos en las principales características de literatura victoriana, una época gloriosa y prolífica del arte inglés.
Muchos de los personajes más memorables de la literatura nacieron de la pluma de escritores o escritoras victorianos. Frankenstein, Dorian Gray, Alicia, Mr Darcy, Heathcliff, Dr Jekyll podríamos seguir por páginas y los reconocerías todos. Hablamos de palabras mayores, de figuras míticas que marcaron la cultura y todavía hoy siguen siendo un hito. A continuación, comentamos algunas de las más importantes características de la literatura victoriana, donde nacieron todos estos venerables personajes literarios.
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ToggleCuáles son las características de la literatura victoriana
La literatura victoriana recibe su nombre del contexto político en el cual se desarrolla: el reinado de la Reina Victoria. Abarca la producción literaria del siglo XIX en Inglaterra. Muchos fueron los cambios que se presentaron durante esta época e impactaron a la literatura.
La publicación de El origen de las especies de Darwin, los avances tecnológicos, la industrialización y sus consecuencias afectaron la caracterización de la literatura nacida en este periodo histórico. Repasemos las principales características de la literatura victoriana.
La novela victoriana: del Romanticismo al Realismo
La sociedad victoriana pasaba por momentos de cambios profundos que se reflejaron en la literatura. La literatura Romántica, que regía todas las vertientes literarias hasta ese momento, fue combinándose sutilmente con elementos realistas. La necesidad de expresar el cambio y la evolución de la razón y la ciencia en lo cotidiano impactaron en las tramas, especialmente en el género novelístico.
La novela se convirtió en un vehículo para las ideas que invadían el espíritu de la sociedad victoriana. La invención de la fotografía, la electricidad, el telégrafo, todos estos objetos transformaron la realidad e impactaron en la literatura. La tecnología, la urbanidad y el escepticismo religioso eran temas recurrentes en cada historia de la época.
En el medio de esa transición entre el Romanticismo y el Realismo encontramos una rica expresión de formas narrativas. Muchos géneros se cimentaron durante este periodo. Pero, la literatura victoriana estuvo compuesta por individualidades más que corrientes artísticas, por tanto, es inmensa e indefinible. No debe entenderse como un movimiento artístico sino como un periodo del arte.
Entre las características principales estuvo el auge de la novela de tintes realistas y sociales como evolución de la Romántica. Los autores fueron asumiendo una tendencia a la verosimilitud y alejándose de lo pacato y fantástico cada vez más. Especialmente el victorianismo tardío tuvo obras y autores más osados y arriesgados en cuanto a temática y moralidad.
Temas e imágenes
El estereotipo del inglés filantrópico, controlado y refinado se consolidó en el mandato de la Reina Victoria. Victoria fue la cabeza de una familia real digna, elegante, cristiana y comprometida que debía ser imitada por su pueblo. Esta estampa intentaba contraponer la sociedad inglesa a la imagen de los salvajes pueblos anexados al Imperio, legitimando la colonización.
Ese diapasón moral ungió la narrativa inglesa, tirante siempre a la rectitud y la decencia. Cualquiera de los géneros novelísticos representó la imagen del correcto inglés, aunque muchos, como Dickens, reconocieron la hipocresía tras ella.
Por otro lado, y continuando con Dickens, su obra muestra espíritu didáctico, moralizador y civilizatorio. Este ánimo “civilizatorio” es una característica de la literatura victoriana primordial que marcó el talante literario por algún tiempo. Muchos escritores se sintieron llamados a construir obras moralizantes que instruyeran a la nueva masa trabajadora urbana recientemente alfabetizada.
La conquista y adición de territorios, y la supremacía marítima eran lo cotidiano en el ámbito político inglés. Esta imaginería del noble civilizador y el pobre salvaje imperaron en la sociedad victoriana y parte de la literatura. El ansia de aventura y el espíritu explorador inundó las narraciones de la época uniéndose con el naturalismo imperante. La novela de aventuras y de temática náutica fue bastante prolífica en este periodo.
El socialismo, el feminismo y el auge de nuevas formas de pensamiento dieron apertura a una literatura menos comedida, menos romántica, y definitivamente más fiel a los vericuetos del espíritu humano. La narrativa se abocó conscientemente a denunciar y exponer las injusticias y desigualdades sociales devenidas de la industrialización. Pero, como parte de una nueva visión de la lógica y la razón, estas exposiciones incluían nuevas perspectivas. La psicología, la lucha de clases, el esteticismo y las formas poéticas nutrieron los discursos novelísticos de la época.
Las escritoras victorianas
El auge de la escritura femenina durante este periodo es notable. Las escritoras victorianas no eran bien recibidas, por lo que debían escribir con seudónimos. Aun así, la cantidad de mujeres que incursionaron en la escritura fue gigante, y su éxito abrumador. Muchos de los clásicos modernos fueron escritos por las plumas de mujeres oprimidas y escondidas.
El contexto angustioso de la condición femenina dio nuevas y frescas perspectivas a la trama social. El hecho en sí, y las historias creadas por las plumas femeninas influyeron grandemente en el devenir del movimiento feminista.
La novela gótica
La novela gótica fue una de las expresiones más importantes de la narrativa de la época victoriana. El victorianismo temprano contó con los exponentes de la novela gótica más importantes. La novela gótica se acercaba a la fantasía o el terror entendido como una expresión idealizada del sentimiento. Lo “sublime” como otra forma de sentimiento pasional y arrebatador. El terror fue entendido como un sentimiento o emoción especialmente placentero.
La estética emocional que unificaba las historias góticas en un solo estilo narrativo era fundamentada en ese elemento “sublime”. Lo sublime es la forma más fuerte de la emoción, nos separa lo racional y nos vuelve solo sentir. Esta emoción es provocada mayormente por el terror; y ese terror, para ser efectivo, debe tener cierto grado de oscuridad. Esta oscuridad se refería no solo a la maldad tras un personaje, sino al desconocimiento que lleva al suspenso.
Los elementos arquetípicos de la narrativa gótica se transformarían en las formas básicas del terror en los siguientes siglos. Castillos, embrujos, criaturas sobrenaturales son hasta hoy típicos de cualquier historia del género. La constante inspiración y recuperación de las tradiciones y leyendas medievales era una forma idealizada de ver el pasado.
Algunos críticos literarios agregan otra idea al concepto de la narrativa gótica, especialmente a las primeras producciones. Y tiene que ver con el surgimiento de la burguesía y la percepción de la nobleza. Las primeras narraciones góticas personifican la maldad, la maldición y el resentimiento en la figura de condes, lores y príncipes. Este hecho podría interpretarse como una forma de denuncia social y desprecio al sistema de castas imperante.
Decadentismo
En poca medida, pero con alto impacto, el decadentismo se presentó también en la literatura victoriana. La influencia del género que conquistaba Francia incidió en la algunas de las más importantes obras de esta literatura. Figuras trascendentales como Oscar Wilde o Walter Pater tomaron los ideales del decadentismo y lo dotaron de la esencia victoriana. Pero, rastros del pensamiento y sentimiento decadentista se pueden rastrear en muchas de las obras de este periodo.
Los representantes del decadentismo en la Inglaterra victoriana usaron diversas formas de romper con las estructuras literarias típicas. En una sociedad revolucionada por el auge de la burguesía, el decadentismo se enfrentó al materialismo. La estética del desencanto, del hedonismo que celebraba el “arte por el arte” marcó una parte de la literatura victoriana. La más célebre muestra de esta estética es “El retrato de Dorian Gray” de Oscar Wilde.
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