Características de la literatura contemporánea

La literatura como expresión artística ha evolucionado en periodos perfectamente discernibles. Sus formas, sus temas y sus técnicas han mutado constantemente enamorándonos a cada paso. La literatura contemporánea deslumbra por su innovación, sus métodos y su profunda conexión con el hombre moderno ¿Quieres conocer las características de la literatura contemporánea que la diferencian de los otros periodos? En Espectáculos BCN te explicamos las más importantes características para que lo sepas todo.

Literatura contemporánea: recapitulaciones esenciales

Aunque también es una corriente, la literatura contemporánea es, también, un periodo literario. La mayoría de los especialistas consideran que abarca desde la II Guerra Mundial hasta la actualidad. En plena ebullición, esta ha visto saltar la humanidad desde el disco de acetato al internet veloz en un parpadear. La tecnología y la sociedad del nuevo milenio han influido inmensamente en las vastas corrientes literarias que este periodo engloba. Aquí te presentamos las principales características de la literatura contemporánea.

Nueva visión: quiebre, ruptura y renacimiento

El fin de la segunda guerra mundial significó el cierre de una etapa belicosa y violenta e inició la era de la guerra fría. Los eventos históricos que marcaron a esta nueva sociedad influyeron grandemente en el desarrollo de la literatura contemporánea. Estos eventos la dotaron de una nueva visión del mundo, la ruptura de las formas tradicionales y el surgimiento de nuevas formas estéticas, estructurales y temáticas en las letras.

Se precipitó, entonces, la aparición de nuevos géneros literarios cada vez menos tradicionales, con visiones artísticas intrépidas. También, las técnicas escriturales empezaron a fusionarse y complementarse cada vez más. Esta retahíla de fusiones y concesiones han vuelto casi imposible delimitar el género de un escritor o texto.

Los compendios psicoanalíticos, expresiones de revisión interna de los personajes, son la moneda de curso. Esta ruptura con la técnica y la tradición naturaliza el uso de lenguaje y expresiones diversas y regularmente incompatibles. En un mismo texto, por ejemplo, podemos encontrar jerga, retóricas, eufemismos o cultismo, y extranjerismo o traducciones fonéticas literales.

Conflictos: no eres tú, soy yo

El conflicto narrativo es por definición el elemento motivador de una obra ficcional. Los conflictos son enfrentamientos entre dos o más elementos que le dan justificación, evolución, conciencia y desenlace a una historia. Cada periodo literario – o mejor artístico- tiene sus propios conflictos característicos. Generalmente, tienen que ver con la forma en la que la sociedad aprehende la realidad en dicho momento histórico.

La literatura clásica expuso el conflicto narrativo como la contraposición hombre vs. religión/moral/u otros hombres. Por su parte, literatura moderna reformuló el conflicto como hombre vs. sociedad/ violencia, guerra /naturaleza. La literatura actual, bombardeada por la tecnología, convirtió el eterno enfrentamiento en la fórmula hombre vs. tecnología/ sí mismo.

Tiempo sin tiempo

El paso del tiempo en la literatura contemporánea es material en sí mismo para enciclopedias enteras. El tiempo hegemónicamente era lineal en la literatura. Los recursos tipo remembranzas eran introducidos a través de cartas, sueños, o dichos de personajes. Pero la literatura contemporánea rompió el molde de la relación espacio y tiempo en la obra literaria con la anacronía.

Las corrientes literarias contemporáneas rompen con el orden cronológico del tiempo deliberadamente, como un recurso literario en sí mismo. Además de dotar a los textos de complejidad, los saltos temporales o tiempo no lineal es una declamación de ruptura con viejos esquemas. También podríamos interpretarlos como la forma de representar la incertidumbre y agitación de nuestro periodo histórico.

Personajes y voz narrativa, multiplicidad y espejos

Una de las características más llamativas de este periodo es la fluctuación de la voz narrativa. Antes la literatura centraba la voz del narrador en un solo personaje, un único narrador que nos relataba la historia hasta el final. La literatura contemporánea ha roto con esa visión y ha introducido la voz narradora múltiple en la que diferentes personajes exponen su punto de vista. Incluso un mismo evento puede ser relatado por diferentes personajes.

La idea de un narrador omnisciente es desechada y se le da impulso a la perspectiva de un narrador tan humano como sea posible, con dudas, incertidumbres y desconocimientos. Esta característica ha permitido que una mayor cantidad de lectores puedan sentirse conectados una obra, pues los diversos personajes y sus voces suelen abarcar un abanico grande de perspectivas. En cada obra el lector puede conectarse al menos con un personaje que sienta como expresión personal o espejo reflejo.

Temas y géneros: la madre modernidad

Entre las características de la literatura contemporánea encontramos la diversidad y complejidad de los asuntos desarrollados. El contenido contemporáneo suele contener cuestiones tan diversas como la ética, el medioambiente, el amor y las clases sociales. Siendo el arte la expresión de humanidad, la literatura será siempre el reflejo de sus preocupaciones y anhelos. Por eso las transformaciones sociales son siempre reflejadas en la forma y sustancia del acto escritural. Por tanto, la literatura contemporánea absorbió las nuevas ansiedades de una sociedad globalizada e hiperconectada.

Ya que el conflicto narrativo muto al antagonismo del hombre consigo mismo le confirió un carácter universal y holístico a los argumentos generadores de la trama y el viaje del personaje. Técnicas como el realismo mágico han servido a los escritores para innovar y convertir sus obras en credos socioculturales y políticos de sus respetivas regiones.

La diversidad de géneros nuevos y la amplitud de los argumentos permite discutir abiertamente las preocupaciones de la sociedad moderna. Las contradicciones de la modernización, nacionalismos, autoritarismo y democratización, totalitarismos, ciencia y tecnología, hiperindustrialización y la sociedad de consumo son baliza común entre los textos contemporáneos.

Ficción y no ficción, ese ya no es el dilema

La ficción siempre será uno de los ejes más importantes de la literatura contemporánea. Sin embargo, la composición de escenarios que combinan la ficción y la no ficción es una de las características as interesantes de esta literatura.

Las atmósferas de los textos contemporáneos transitan entre entornos ficcionales con elementos no ficcionales, o viceversa. Incluso pudiéndose presentarse la posibilidad de generar puntos dramáticos en los que la ficción se cruza con la realidad de forma deliberada, confortándose una a la otra. Este sempiterno juego entre el filo de la realidad y la ficción son una muestra más de la disconformidad. La disconformidad de la sociedad y de los autores ante el rumbo de la humanidad y su insoportable devenir.

Literatura juvenil e infantil: la era del marketing

En los últimos 20 años la cantidad de autores y obras dirigidas específicamente al público infantojuvenil se ha triplicado. Si trasladamos estos números a ventas y marketing es la olla de dinero al otro lado del arcoíris. La democratización de la escolarización, los cambios de paradigmas de crianza y comportamiento han permitido que la literatura para niños y para adolescentes sea más que rentable, es el nuevo as de las editoriales.

La alianza entre el cine, TV y videojuegos y literatura dedicada a los más jóvenes ha sido sumamente lucrativa. Y los autores han encontrado nuevos nichos para demostrar sus innovaciones e ideas creativas. Novelas gráficas, ciencia ficción, distopía, fantasía, ciberpunk, autores fantasmas, auto publicaciones, blogs, este periodo diversificó como nunca antes la posibilidad de acceso a la literatura. La simplificación de la escritura y la diversidad de las técnicas permitió a la literatura convertirse en objeto de consumo.

Esta característica de la literatura contemporánea también es una forma de ruptura con la literatura moderna, cuyo ideal central era convertir la literatura en un artículo inalcanzable, casi elitista. Al simplificar las historias y el lenguaje se le permitió a la literatura volverse nuevamente popular y accesible. La simplificación de las letras, sin embargo, no impactó negativamente en la riqueza y complejidad de los personajes y tramas. Parece más bien haberlos dotado de más significaciones.

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