Lee la entrevista que le hicimos a Alejandra Jiménez Cascón
El pasado domingo, día la madre, no pude elegir una mejor obra de teatro para disfrutar que Blanca Desvelada. Una historia que habla de madres, de hijas, de sueños y mentiras, de miedos y verdades. Una pieza teatral que dejará satisfechos a todas las personas que amen el teatro en esencia.
Una narración que te cautiva desde el primer minuto y que toca temas que quizás tengas en la cabeza, pero que a lo mejor no sueles poner encima de la mesa en un café con amigas. Desde luego, es una obra que no te dejará indiferente por multitud de razones.
Blanca desvelada: el peso de una obra que recae sobre una sola persona.
Blanca Desvelada está escrita e interpretada por Alejandra Jiménez-Cascón y dirigida por Montse Bonet, habiendo sido candidata a los premios Max como Autoría Revelación.
Alejandra Jiménez-Cascón es una actriz, dramaturga, directora de escena y docente sevillana, afincada en Barcelona desde hace años pero sin dejar atrás sus raíces. Entre sus numerosos trabajos se encuentran algunos más sonoros como su papel de Federico García Lorca en “Lorca eran todos” con Pepe Rubianes, su paso por diversos programas de televisión de la productora El Terrat o su personaje de Disco en Eurovisión junto a Rodolfo Chikilicuatre.
Sin embargo, si tengo que elegir me quedo con Blanca, Carmen, Manuela y el resto de personajes de Blanca Desvelada.
Doce personajes y una autora
Cómo ya he comentado, el primero minuto de la obra ya es una declaración de intenciones, te deja sin aliento, incómoda en la silla, te prepara para lo que viene: la oportunidad de poner en marcha tu imaginario y vivir una historia como si estuvieras viendo una película ante tus ojos sin prestar atención a que solamente hay una persona en el escenario y el mínimo atrezzo.
Porque una de las cosas más inspiradoras de la obra es que es capaz de implantar en tu memoria diferentes personas que ocupan el mismo espacio, aunque no era lo que estaban viendo tus ojos en esencia. Dicho de otro modo, si me pongo a recordar la historia, no puedo dejar de imaginar, por ejemplo, a Carmen y Manuela en una cárcel juntas a la vez y separadas físicamente, aunque en realidad solo había una persona en el escenario. Lo sé, es difícil de entender, hay que verla.
Doce personajes, cada uno con sus gestos, con sus voces, con sus acentos, doce personajes que puedo distinguir en mi recuerdo perfectamente. Y, ¿cómo se consigue semejante logro?, con un delicado trabajo en cada detalle, con un uso maravilloso del cuerpo, un gesto compartido que ayuda a transitar entre personajes, una habilidad impactante para los acentos, con una dirección cuidada, en definitiva, con un trabajo actoral excepcional dirigido con mimo y profesionalidad.
Un guion muy dinámico
Pero ahí no queda todo. El guion también te sorprende. Primero, con un desenlace al misterio que no era el que te esperabas y segundo, con varios sketches cómicos e inteligentes que te arrancan carcajadas en medio del drama.
Y no puedo dejar de mencionar la música, bella y emocionante. Gracias al guión y la puesta en escena conseguí transportarme a mi Sevilla y acabé llorando a moco tendido.
Así que si queréis deleitaros con una obra bien construida que te alimenta la imaginación y el intelecto, anota: Blanca Desvelada, de jueves a domingo hasta el 2 de junio en el Teatre Aquitania.
- Lo que más me ha gustado: Cómo se te activa el imaginario hasta un punto que ni te percatas hasta que sales del teatro.
- Lo que menos me ha gustado: No se me ocurre nada.
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