La fundació Romea invitó, con motivo de Sant Jordi y del Día del Libro, a dos jóvenes poetas al espectáculo de Poesía sense xarxa en el Teatre Romea de Barcelona.
Poesía sense xarxa: Patricia Benito y Miguel Gane dirigieron de forma autónoma sus propios recitales
El evento se abrió con la actuación de la poeta Pat Benito que desde un primer momento se mostró íntima y cercana. En algunos de sus poemas, su amiga y colaborada Cristina la acompañaba al piano para darle voz y melodía a sus letras.
A través de una comunicación sencilla y directa con el público pudimos entrar fácilmente en sus historias y en ocasiones sentirnos además identificados.
Pat Benito resalta en sus poemas la figura femenina como musa de sus versos, a veces su madre, otras su abuela, o ella misma… Todas ellas con sus vivencias y dolores reflejados en sus temas. Un estilo sencillo y auténtico que pretende poner palabras a lo que quizá otros hayamos sentido alguna vez.
La noche poética continuó con el escritor Miguel Gane que arrancó su recital Nos faltó bailar leyendo en rumano, su lengua materna. A diferencia del primer recital, Gane nos introduce sus poemas de forma más meticulosa y detallada.
Un espectáculo con música en directo
Su actuación destacó no solo por su expresión artística y brillante puesta en escena, sino también por el equipo que lo conformaban. Al piano Nuria Bonet, que a pesar de unos fallos técnicos de última hora improvisó maravillosamente y el toque estrella de la música electrónica de la mano de la nipona y brasileña Brenda Sayuri.
Un elenco único para hacer honor al título del show aunque en ciertos momentos la música se apoderaba más de la poesía y se desviaba de dirección el mensaje.
El escritor combina música y poesía, amor y desamor, vocación y viajes, familia y amigos… Temas cotidianos que el autor transforma en símbolo de protesta y defensa a lo que cada uno es y quiere ser. Miguel Gane demuestra ser una voz representativa de los problemas de los jóvenes españoles.
- Lo que más me ha gustado: el poema Barcelona es ella de Miguel Gane.
- Lo que menos me ha gustado: la música en ciertos momentos se apoderaba de la poesía y se desviaba de dirección el mensaje.
