¡Descubre las mejores playas vírgenes en la Costa Brava! No hace falta ser un Robinson Crusoe moderno para poder conocer playas vírgenes o zonas desérticas. Si tienes ganas de tener una aventura íntima y mágica, en Espectáculos BCN te dejamos un listado con las mejores 9 playas vírgenes en la Costa Brava.
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ToggleLas playas vírgenes en la Costa Brava que tienes que conocer
Suena a utopía moderna o leyenda urbana, pero la verdad es que en la encantadora Costa Brava española existe la posibilidad de que encuentres algunas playas -casi- vírgenes. Bien sea por el sinuoso relieve de esta región, o por lo lejano de su situación respecto a los centros poblados, algunas playas y calas sigue siendo un secreto para la mayoría.
Los paseos a las playas son uno de esos gustos que podemos muy seguido en Barcelona por la cercanía que tenemos a la hermosa Costa Brava. Sin embargo, al ser una región tan hermosa y popular puede que cada vez que vayas a la playa, sea en semana o no, la encuentres abarrotada. Pero, no te preocupes, nosotras te revelamos los secretos mejor ocultos, quédate y descubre cuáles son las mejores playas vírgenes de la Costa Brava.
Cala Futadera
Entre los amantes de la aventura y el deporte se le conoce como “la cala de los 300 escalones”. Y si, te decimos que es un secreto entre los aventureros y deportistas porque, primero, debes bajar -y subir luego- 300 escalones; y, segundo, porque el vértigo te azota al empezar a descender por la empinada colina y los escalones bien angostos que lindan con el acantilado rocoso. No es absolutamente secreta, probablemente veas algunas embarcaciones cerca, pero es muy íntima y poco visitada.
Cala El Crit
Otra playa escondida a la que accedes por un pasadizo de escaleras talladas en roca. Es bastante pequeña, con poca costa, pero muy linda y solitaria. Está incrustada en un valle entre varias montañas rocosas y conecta la Calella de Palafrugell con Palamós. Solo puede accederse en barco o tras una larga caminata a través del tupido bosque de pinos. Obviamente, es una gran recompensa tras la caminata el encontrarte con esta playa de ensueño.
Cala del Senyor Ramon
Es una de las calas más hermosas que podrás encontrar en España. No es precisamente una de las playas vírgenes en la Costa Brava más inhóspitas, pero sí es un secreto reservado solo para nos pocos. Es bastante alejada y el camino de acceso no es fácil de ubicar, pero vale absolutamente la pena.
Una de las mejores características de esta cala es ofrecerte todo un mundo submarino por sus aguas subterráneas, perfectas para practicar bucear y snorkel. Si prefieres mantener tus pies sobre la tierra puedes disfrutar de su arena fina y blanca, y su oleaje tranquilo y rítmico. Otra de las singularidades por la que es conocida es por ser una de las playas nudistas más hermosas de Santa Cristina de Aro.
Platja Fonda
Muy cerca del pueblo de Begur en Baix Empordà puedes encontrar uno de los secretos mejor guardados de la Costa Brava. ¡Platja Fonda lo tiene todo! Está ubicada al fondo de la cueva de Begur, agua turquesa, y naturaleza pura. Tiene un “techo” natural hecho con el acantilado que lo cubre y el cual tienes que atravesar para llegar hasta ella.
Cala Jugadora
Pocas personas, entre ellas Salvador Dalí, han conocido esta playa. Por una carretera angosta vas desde Cadaqués al faro de Cap de Creus. Estando ahí tienes que agarrar la ruta de un arroyo seco por unos 30 minutos. No es nada fácil y es un viaje muy aventurero, pero si quieres llegar a un diamante en bruto, a un oasis, debes hacer esta ruta. Es una cala pequeña con aguas quietas y cristalinas, tanto que puedes ver cada grano de arena del fondo.
Platja Cala Estreta
Una cala escondida entre dos acantilados con un arrecife de central que le da forma de U. Por supuesto, esta característica no hace más que hacerla más curiosa y más hermosa. Está conectada con Playa El Castell y Playa Palafrugell (a las que puedes llegar en coche), pero después debes terminar el recorrido a pie y tomar un camino demarcado entre ambas calas para conocer la Cala Estreta. Aquí puedes olvidarte del ir y venir de turistas veraniegos y pasar un día aislado, solitario y tranquilo con las mejores vistas playeras de España.
Cala de la Roca del Paller
No es exactamente salvaje e inhóspita como el resto de nuestras recomendaciones, pues desde sus aguas cristalinas vas a poder ver centros urbanizados y bastante movilidad. Más que una playa virgen en la Costa Brava podríamos considerarla una playa privada -sin pagar-. Sin embargo, su acceso es tan oculto que pocas personas acceden a ella. Está ubicada a los pies de una lujosa urbanización de Torre Valentina. De hecho, en esta urbanización puedes dejar tranquilamente el coche y avanzar desde allí a pie por las escaleras que conectan las calles con la pequeña cala. Es casi una piscina natural pro la tranquilidad de sus aguas.
Cala Sa Sabolla
Un paraíso en la tierra de Cadaqués. Es difícil creer que en una costa tan urbanizada puedan encontrarse pedazos de cielo como este. Para el camino deberás calzarte cómodo, armarte con agua y paciencia, pues es largo y algo escarpado, pero si quieres disfrutar de una verdadera maravilla natural tienes que hacer este paseo. Entre las playas vírgenes en la Costa Brava puede que esta sea una de las menos conocidas y solitarias.
La Banyera de la Russa
El verdadero sueño de todo aquel que quiere aventura playera. Estamos hablando de una locación de ensueño a la que puedes acceder después de un camino de miedo. Las escaleras naturales super empinadas rodeadas de acantilados a ambos lados son una aventura que no todos pueden soportar, pero la recompensa al final del arduo camino es única.
Aguas cristalinas perfectas para submarinismo y snorkel, islas de rocas para practicar salto, arena cristalina y tibia, y unas grutas hermosas llenas. Está escondida bajo el castillo Cap Roig, y el mito de su nombre tiene que ver con la antigua dueña, la señora Woevodsky, quien tenía a la playa como su propia bañera personal.
Descubre las calas pequeñas de la Costa Brava más bonitas
Algunas de las mejores cosas de la vida vienen en envases pequeños: los perfumes, las especias, y, algunas veces, las playas. Sí, no necesitas una extensión de arena y roca kilométrica para apreciar la belleza y majestuosidad del mar. De hecho, es probable que disfrutes más estando en estas cálidas y confortables calas llenas de vida.
Depende de la época del año, del clima y de la suerte el que puedas encontrarlas vacías. Pero, si por casualidad llegas a tener la fortuna de encontrarla libre, sentirás como se siente tener una isla privada y poder estar a tus anchas. A continuación, te contamos sobre algunas de las calas pequeñas de la Costa Brava más espectaculares.
Cala Culip– Cadaqués
Unos 15 metros de arena fina y oleaje silencioso y sereno bastan para enamorarte. Y como todo buen amor necesita algo de riesgo y esfuerzo, pues deberás caminar unos 8 kilómetros desde Cadaqués para poder llegar a esta pequeña y secreta cala. Las aguas claras y quietas son ideales para sumergirse y disfrutar de la increíble vida de las profundidades marinas.
Es una cala rodeada de leyendas, supersticiones e historia. Se cuenta que fue una de las grandes inspiraciones para la obra de Dalí, y, también, que en sus alrededores se han descubierto naufragios romanos y fenicios.
Cala S’Alguer– Palamós
Una pequeña cala rocosa que parece casi un escondrijo de los patios de las casas circundantes. Esta es una de las calas pequeñas de la Costa Brava más espectaculares y secretas. Aunque en los últimos años se ha popularizado bastante, sigue siendo un paraíso veraniego para quienes se atreven a hacer la larga caminata que les permite llegar.
La paz y la tranquilidad de la cala es una de sus mayores fortunas, y pocas veces podrás verla llena de gente o siquiera con habitantes dentro de las casas. Para acceder a ella debes llegar a Playa Castell en Palamós y recorrer el Camí de la Ronda, tras unos 20 o 30 minutos de caminata por las mejores vistas panorámicas de la costa, llegarás a Cala S´Alguer.
Sa Forcanera – Blanes
Sa Forcanera es otra de las mejores calas pequeñas de la Costa Brava. Una cala a la que puedes acceder solo desde el mar. Entre la playa de Santa Anna y la Cala Sant Francesc y bajo el largo acantilado que limita el convento de Blanes. Quienes osen visitarla tendrán que hacerlo por vía marítima. La mayoría llega en kayak. Pero vale absolutamente la pena el paseo, y es que una cala muy cerca de Barcelona pero desértica, paradisíaca y casi utópica.
Es ideal para quienes retomar la conexión natural y pasar una jornada en la que solo lo natural le rodee. Si buscas alejarte de la civilización y hacerte uno con la naturaleza, esta región tiene un collar de perlas escondidas a las que podrás acceder en barco o kayak.
Cala Prona – Port de la Selva
El típico paisaje de la zona se resume en esta pequeña cala: poca vegetación y grandes rocas grises. No vas a encontrar costa arenosa por ningún lado, pero sí una de las pequeñas calas de la Costa Brava más bellas y solitarias. Los 25 metros de roca que conforman la orilla de esta cala se ubican dentro del Parque Natural del Cap de Creus.
La ventaja de cala Prona es que es una de las calas más accesibles del listado, pues puedes ingresar bastante cerca en auto o barco. Cuenta con una pequeña casa refugio en el centro que la hace la locación perfecta para un cuento marino.
Cala d’Aigua Xèl·lida– Tamariu
La tríada del paisaje playero perfecto de la Costa Brava: aguas cristalinas, pinos y rocas. Muy cerca de Punta des Banc fue una de las primeras inspiraciones de Josep Pla para su Un viatge frustrat.
Sus 25 metros son una obra de arte viva en la que es posible sumergirse y respirar. Puedes hacer el Camí de Ronda desde Tamariu o en coche y hacer el sendero desde la calle Avi Xicu para llegar.