¡Toma nota de los mejores libros de Bukowski! Transgresor es decir poco, más bien disruptor es lo que es Bukowski. Se inventaron el término “realismo sucio” básicamente para definirlo a él y lo que escribía, y hoy es un maestro comparado -¡vaya osadía!- con Dostoievski o con Hemingway. En Espectáculos BCN te contamos sobre él y lo mejor de sus obras para que consideres por ti mismo que tan acertadas son las comparaciones.
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ToggleLos 6 mejores libros de Bukowski
En el extremo opuesto de lo barroco, el realismo sucio se decanta por la parquedad absoluta sobre sus expresiones. La reducción obsesiva de todo lo decorado, lo “superfluo” es una de las características del minimalismo, gran inspiración de esta tendencia, y nos deja solo con lo indispensable. Bukowski, por su parte, le sumó el humor, el sarcasmo, el surrealismo y su inestable personalidad.
Algunos lo consideran el último de los poetas malditos, y otros comparan su labor con la Allan Poe o Miller. Pasó casi 15 años de cartero, con una adicción al alcohol, el sexo y el juego que lo mantuvo quebrado, y mientras, se mantenía vendiendo relatos por miserias y vagando por los rincones más sórdidos de los Estados Unidos de los años 70.
Muy entrados los 50 años le llegó el reconocimiento literario y editorial, que hasta hoy no deja de crecer. Leer un libro de Bukowski es siempre una experiencia alocada e impactante tengas o no spoilers de lo que ocurrirá, pero te hicimos una selección -cero spoilers- de los mejores libros de Bukowski, los que marcaron a toda la nueva generación de escritores y lectores.
Erecciones, eyaculaciones, exhibiciones
El realismo sucio se destaca especialmente en la narrativa corta, en la cuentística. Los realistas sucios reducen a la mínima expresión la palabra y usan a cuenta gotas los adjetivos, por lo que en pocas palabras deben poder transmitirlo todo. Aunque destacó en la poesía, este, Erecciones, eyaculaciones, exhibiciones, es uno de los mejores libros de Bukowski y mi favorito de todos los tiempos.
Más que una ficción, Bukowski lo definió como un anecdotario, un casi diario de las vivencias de un solitario a través de lo mundano y lo miserable. Antes de Bukowski nadie se había atrevido a tanto. Son páginas y páginas de lo más burdo, lo callejero, lo vicioso, pero lo más real, cotidiano y común del mundo. Una forma de ver maravillas en lo más balurdo y cotidiano.
Pulp
Hacia el final de su obra Bukowski tuvo un coqueteo con el Pulp Fiction y sin mucho rodeo, como todo lo suyo, lo llamo, Pulp. Ahí, en una sola obra, logró combinar lo mejor de la dialéctica del realismo sucio con los paradigmas de la novela negra, del Pulp fiction más tradicional. Y aunque en la forma parece una parodia, toda parodia tiene mucho de homenaje, y en Bukowski sientes la fascinación por los sórdidos personajes que el Pulp fitcion ideó antes que lo hiciera él.
El protagonista es Nick Belane, un detective que finalmente ve subir la espuma del negocio y lleva dos casos en paralelo. Los casos terminaran entrecruzándose en medio de una sociedad suburbana llena de secretos y mentiras. Bukowski echa mano de elementos de otros géneros no tan comúnmente incluidos en el Pulp fiction: la ciencia ficción y lo surreal.
La senda del perdedor
Henry Chinaski, alter ego del mismo Bukowski, es el protagonista de muchos de sus relatos. Un protagonista que conserva muchos de los rasgos que definirían a Bukowski como un personaje literario mítico, como un antihéroe vicioso, lioso pero real. La senda del perdedor es una novela interpretada por la crítica como autobiográfica, y sigue la historia de Chinaski creciendo en un hogar pobre, violento y abusivo.
Un libro sobre la perdida de las ilusiones. Si tienes ganas de leer algo esperanzador desiste de buscarlo, Bukowski dejó sus esperanzas cuando dejó los pañales, y así lo reseña aquí. La única viable e irrefutable razón para vivir y amar está en la biblioteca pública, entre los libros que puede llevarse de cualquier descuidada librería. Esta autobiografía es la historia de cómo un lector y un escritor se hace y se forja así mismo.
La máquina de follar
El mundo marginal, el mundo de quienes viven al margen de la sociedad, los excluidos y repudiados, ese es el universo de La máquina de follar. Prostitutas, desempleados, vagabundos, pervertidos y borrachos: en los libros de Bukowski caben todos; y en este tienen un especial lugar protagonista. En los 22 relatos que conforman la obra el surrealismo dentro del realismo sucio es más evidente que nunca, y se convierte en una fuerza motora. Es el texto más popular del autor y no podía faltar en el ranking de los mejores libros de Bukowski.
Sobre esta obra recayó durante mucho tiempo una polémica profunda relativa a algunas escenas de sexo -porque obviamente un libro que se llama La máquina de follar tiene muchas-, pero esta era, especialmente, una escena perturbadora. Bukowski tuvo un largo discurrir sobre como las convicciones intimas personales no siempre son las pautas de los protagonistas ficcionales de un autor.
Mujeres
Henry Chinaski se volvió parte de la cultura popular con este libro. El siempre indecente alter ego de Bukowski está disfrutando de las mieles de la fama literaria. Un escritor en ascenso que con 50 años por fin tiene dinero y mujeres a su disposición.
La prosa de Bukowski es indirecta siempre, muy simbólica -aunque no parezca-, y obliga al lector a llegar a conclusiones después de muchas equivocaciones. Como en la vida, Bukowski nos muestra que aprender -aprender lo importante- siempre cuesta y toma tiempo de nuestras vidas. Bukowski nos enseña mucho deseo sexual, y muchas relaciones temporales, pero atrás, en el telón se dejan ver los trazos de lo que es el amor y el dolor, la desesperación y la soledad. La prosa es seca, llana y directa, es el tipo de libro perfecto para lectores poco habituados, y poco recomendable para los poco analíticos.
Factótum
Con una lucidez más allá de la sobriedad y una palabra certera, con el alma a punto de podrirse -pero no aún-, y un descontrol típico de la juventud – que, por cierto, mantuvo hasta el final- Bukowski dedicó Factotúm a desmembrar su mocedad. De nuevo, Henry Chinaski pintado en una especie de aura de superhéroe luchando contra la falsedad del sueño americano.
Bukowski se regodea en ese minimalismo indolente del realismo sucio en esta obra. No tiene contemplaciones con el lector y le suelta todo sin florituras ni adornos. Lo que no ahorra es en expresiones políticamente incorrectas, en palabras altisonantes y en verdades desnudas. Esto no les resta diversión a las historias alocadas, ni tampoco la marcada melancolía con la que son narradas.
Es el libro con el que pasmó ante el lector esa sociedad miserable y marginada de la que nadie habla, la del explotado trabajador y la lumpen del capitalismo. Muy arriba en el top de mejores libros de Bukowski y un favorito de los lectores.