Clásicos de la literatura argentina: 7 esenciales

Clásicos de la literatura argentina: 7 esenciales

Argentina es una de las mecas artísticas del continente americano. Sus obras literarias demuestran la capacidad infinita de sus artistas. “La argentinidad”, según sus propios pensadores, parece radicar en sus paradojas. Esa capacidad dicotómica, que hace maravillas en el arte, la podemos conseguir al caletre en sus clásicos literarios. Desde Espectáculos BCN te presentamos una selección de 7 libros clásicos de la literatura argentina.

Libros clásicos de la literatura argentina: la paradoja y la innovación

La característica fundamental de la literatura argentina tiene que ver con la innovación. La argentina es una escuela literaria que, incluso en sus exponentes y obras más tradicionalistas, tienen mucho de progresista. La forma en la que elucubran la palabra, los motivos literarios, los géneros literarios, la realidad, la verdad y la fantasía se vuelven difusos e impetuosos en la escritura argentina. ¿Quieres conocer los mejores autores y obras clásicas argentinas? ¡Sigue leyendo y descubre sus nombres!

Rayuela – Cortázar

Leer a Cortázar es leer el margen: el margen de la literatura, de la poesía, de la interpretación.  Cortázar, y su antinovela, Rayuela, tomaron por asalto el mundo literario en los 60. Una novela nada convencional, sin interpretación unívoca que dio inicio al boom latinoamericano.

Cortázar revela que como libro es muchos libros, pero en regla es dos libros claramente discernibles. Rayuela tiene una carga lúdica que permite al lector, jugar y brincar entre capítulos, haciéndole justicia a su nombre: Rayuela.

El primer nombre que Cortázar tuvo fue Mándala, que tenía relación a la búsqueda de la armonía de su protagonista. Pero, terminó pareciéndole pretencioso y prefirió el nombre de un popular juego infantil.

Es la contranovela por excelencia. Su ruptura de los cánones clásicos de la estructura narrativa empieza incluso en la forma en la que puede ser leída: secuencialmente, según el tablero de dirección que se incluye en el tomo, como lo prefiera el lector o solo una selección de capítulos desechando el resto.

El Aleph – Jorge Luis Borges

Uno de los libros clásicos de la literatura argentina, y también de los más enrevesados. Un libro muy característico de la prosa borgeana que es a partes iguales: tradición y vanguardia. El Aleph, escrito en 1949, y desde esa época Borges fue un vehemente pensador del tiempo, la eternidad y el infinito. Un cuento laberíntico que obliga al lector pensar en términos tan complejos como la física cuántica y los multiversos. Si, es el tipo de implicaciones de leer a Borges.

Las temáticas borgeanas suelen trabajar en la revelación de las grietas. Las grietas de la realidad, de la sociedad o del ser. Revelan lo secreto y oculto. El Aleph particularmente introduce un objeto fantástico, contenedor del todo. Borges convierte este objeto en la rendija por la que podemos comprender totalidad y caos en una misma idea.

El túnel – Ernesto Sábato

Otro libro clásico de la literatura argentina con una tendencia a la paradoja. El túnel, nos presenta en primera persona la trasfiguración psicológica de conexión emocional a lo irracional y psicopático.

La obra y el análisis de la misma abundan en situaciones y debates psicológicos. Juan Pablo Castel, el protagonista, ha transitado los postulados Freudianos, Lacanianos y hasta Sartreanos buscando el entendimiento. Son muchos los que han querido descifrar el enigma de lo psicopático o filosófico de la historia de Castel.

El túnel, finalmente, no parece separar de su narrativa psicológica del concepto de soledad y aislamiento que la transversaliza.

Respiración artificial – Ricardo Piglia

Una novela de culto y una obra cumbre de la literatura latinoamericana. Como Rayuela parece no poder escapar del carácter casi lúdico de su obra. Respiración artificial juega con la ficción y la realidad, la historia y la imaginación.

Ricardo Piglia, autor, dio un nuevo respiro a la naturalmente innovadora narrativa latinoamericana.  Respiración artificial es un elemento transliterario, traduce la reconstrucción histórica a literatura y viceversa. Por eso, es difícil considerar Respiración artificial como una novela puramente dicha, merece más bien el termino pacto ficcional.

Respiración artificial está hecho de retazos de lectura, de recursos narrativos y fragmentos literarios. Un pacto entre el lector y el autor, un pacto entre lo real y lo imaginado. Uno de los libros clásicos de la literatura argentina que entretejió géneros y ficciones.

Manuelita, ¿dónde vas?– María Elena Walsh

Autora clásica de la infancia argentina. María Elena Walsh escribió para el público adulto y para el infantil.  Sus obras infantiles le permitieron mostrar su infinita capacidad de comprimir en cápsulas rimadas la política y la vida.

Walsh usó sus canciones, rimas y narrativa infantil para relatar – y denunciar- la sociedad, la política y las arbitrariedades. Una verdadera juglar contemporánea que construyó un imaginario riquísimo. Chicos y grandes pueden hallar mucho del sentido de la vida en sus frases sencillas y entretenidas.

Manuelita, ¿dónde vas? Es la obra cumbre de su fase infantil, y la catapultó a la lista de libros clásicos de la literatura argentina.

 

El gaucho Martín Fierro – José Hernández

Máximo exponente de la literatura gauchesca. Este podríamos considerarlo el libro clásico de la literatura argentina por excelencia. Está llamado a ser por siempre el epítome de la argentinidad, del concepto de lo gaucho y la representación de lo que significa “ser” el sur.

El gaucho Martín Fierro es la idealización romántica de lo gaucho. Concluye, como buena exponente de su género, con la taciturna reflexión de que la vida salvaje, fuera de las convenciones sociales, supera lo que la civilización y sus términos deparan. Y su confrontación siempre terminará en muerte metafórica o vívida.

Mención especial

Queremos terminar este artículo sobre los clásicos de la literatura argentina con una mención especial.

Cuentos de amor locura y de muerte – Horacio Quiroga

Uruguayo de nacimiento, argentino de profesión, Quiroga, muy temprano en su actuación profesional y a la mitad de su desdichada vida, se enamoró de Misiones, la selva argentina. Después de conocerla no quiso abandonarla nunca más, y se mudó por el resto de sus días a este territorio. Quiroga por elección se convirtió en autor de libros clásicos de la literatura argentina.

Cuentos de amor locura y de muerte (así, con errores ortográficos) es la obra por la que Quiroga trabajó y luchó (incluso, para que se respetara la mala ortografía). Su trabajo, inquietante, intentó demostrar con fervor la justicia de la naturaleza: ecuánime, ciega y poética.

Quiroga es el cuentista latinoamericano que encontró plasmar la belleza de lo macabro en cada texto. Naturalista en esencia, Quiroga escribió sobre la selva, en la selva. Su vida y su obra danzan en un infinito baile que entremezclan las muertes truculentas, los coqueteos suicidas, lo salvaje y la culpa -todas batallas autobiográficas- con los personajes y paisajes tranquilos, pasivos pero impenetrables y a veces incomprensibles.

 

Cada cultura tienes sus propios clásicos literarios en los que concentran su idiosincrasia, su historia y sus anhelos como sociedad. Descubre aquí en Espectáculos BCN  otros clásicos literarios en Colombia, Norteamérica, Grecia y más.

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