Características de la literatura griega

Homero es el representante que con la Ilíada y la Odisea marcó el inicio de la literatura occidental. No se puede entender la literatura ni la cultura actual sin adentrarnos antes en el mundo griego. Es por esa razón que desde Espectáculos BCN te vamos a presentar las características de la literatura griega más importantes que debes conocer.

Contexto histórico de la  literatura griega

Antes de todo, la literatura griega sirve para denominar toda la producción literaria hecha por autores griegos, ya fueran autóctonos o provenientes de áreas de influencia griega en sus inicios. Porque aunque no se precise ningún período en concreto al decir literatura griega, normalmente se refiere a la literatura arcaica pero sobre todo la literatura clásica. Momento en que la literatura ya se desarrolló y se encontraba en su auge, determinando la posterior producción literaria occidental.

Así, en la época arcaica (s. VIII a.C. – VI a.C.) y luego en la época clásica (s. V a.C. – IV a.C.), anterior a la época helenística, aparecieron grandes autores griegos imprescindibles y que todos conocemos. Homero, Hesíodo, Platón, Sófocles y un largo etcétera. Quienes vivían en una sociedad democrática en la cual solo los hombres ciudadanos tomaban las decisiones. Quedando excluidas de este proceso las mujeres y los esclavos.

Atenas se convirtió en el centro cultural, artístico y literario griego en el s. V durante la época clásica. Cuando gozaba de una hegemonía e influencia muy importante. Hasta que más tarde ya entrando en la época clásica, la inestabilidad política les llevó a un período lleno de guerras como las guerras médicas (499-479 a.C.). Cuando el imperio griego se enfrentó al imperio persa y fue vencido por Alejandro Magno. Dando paso al período helenístico.

Origen de la literatura griega

Aunque el inicio de la literatura griega es poco claro, esta se empezó a desarrollar en el período arcaico con una transmisión oral. El pueblo era analfabeta y toda la producción literaria se basaba en géneros para ser leídos y escuchados, ya fuera con la recitación o la canción, en amplios grupos de gente. Por eso una de las características de la literatura griega era el uso de la oratoria y la retórica, las repeticiones y la musicalidad como método para memorizar los relatos.

El fin de la literatura era mayoritariamente religioso, sea cual fuera el género. Se recitaba por ejemplo la poesía lírica en las fiestas religiosas para dar culto a los dioses. En cambio, la épica apareció con un fin lúdico para el pueblo. Recitándose en las plazas llenas de gente.

Se tiende a afirmar que la literatura griega da comienzo con la obra de Homero en el s. VIII a.C. De hecho, la obra de James Joyce Ulises (1920) fue redactada con la intención de poner fin a la literatura que empezó justamente con Homero. Homero es, por tanto, considerado el padre de la literatura occidental.

Temas de la literatura griega

Una de las características de la literatura griega será la repetición de temas que sirven como leitmotiv de esta. Así, teniendo en cuenta el fin religioso o lúdico, los temas que se reiteran son los siguientes:

  • Temas mitológicos. En los diferentes géneros literarios tiendes a aparecer dioses humanizados y gobernados por pasiones, junto con los héroes. Es una temática religiosa que persiste en la mayoría de las manifestaciones literarias.
  • Temas bélicos y políticos. Puesto que el tema mitológico es el predominante, las guerras inducidas por dioses es también un tema recurrente. Como se muestra en la famosa guerra de Troya.
  • La muerte. La muerte es persistente en la literatura griega. Porque con los relatos se entra en un mundo de dioses e inmortalidad que choca con la muerte en el combate que lleva a la gloria.
  • Las emociones y sentimientos humanos. La avaricia, el miedo, los celos, el amor, la justicia… son sentimientos que se apoderan de todos los personajes y los guían a su final.

Géneros de la literatura griega

Aunque sean muchos los géneros de la literatura griega, desde sus inicios hasta la actualidad, son básicamente 3 los géneros más ilustrativos y representativos de la literatura que cultivaron los griegos. Estos son: el género poético o lírico, que a la vez se divide en lírico y épico; y el género dramático.

Género lírico

Hay distintas expresiones líricas dentro de la literatura griega. Así, en la época arcaica hay la poesía no cantada con las elegías y los yambos. Mientras que dentro de la poesía cantada encontramos la lírica coral y la monódica. Pero la importancia del género lírico se consiguió en la época clásica sobre todo, con la poesía épica y la poesía lírica.

  • Poesía épica. La poesía épica o epopeyas eran expresiones literarias recitadas por los rapsodas o recitadores. Tenía una finalidad narrativa lúdica, puesto que relataban guerras y evocaban mitos. Mostrando de ese modo las hazañas gloriosas de los héroes. De entre los poetas de la épica más importantes se encuentran Homero y Hesíodo.
  • Poesía lírica. Esta poesía a diferencia de la épica era cantada con una lira y hasta se bailaba. Con un fin religioso, Los máximos representantes de la poesía lírica son: Safo, Anacreonte, Arquíloco y Píndaro.

Género dramático

El teatro ateniense empezó a desarrollarse a partir del s. V a.C. para la celebración religiosa y dirigida para toda la polis. Las representaciones tenían lugar más específicamente en las Grandes Dionisas, unas fiestas en primavera para honorar al dios Dioniso. Y más adelante en las Leneas en forma de concurso público. Dentro del género teatral hay la comedia griega y la tragedia griega, aunque también había el drama satírico. Ambas cuentan con coros que cantan y bailan en marcadas escenas llamadas párodo.

  • Comedia. El máximo representante de la comedia de la Grecia clásica fue Aristófanes. Normalmente, las comedias representaban temas cotidianos con un tono de burla o irónico. Aunque más tarde retrataban aspectos de la vida privada como lo es el matrimonio y conflictos familiares.
  • Tragedia. Las primeras manifestaciones teatrales eran tragedias. En las cuales se representaba la vida y hazañas de los héroes ya conocidas por el público. Tenía como característica su final dramático o trágico conducido por el destino que producía una catarsis en el público. Su mayor exponente fue Eurípides, con Medea y Las troyanas; y Sófocles, con Antígona y Edipo el rey.

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