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En el Tantarantana podemos disfrutar (y digo “disfrutar” sin que sea un uso en vano, sino que es un uso consciente para darle todo el peso y significado que tiene) de Hey hermana!, una propuesta de la cía El Eje que nos invita a reescribir la historia y la mitología rompiendo la imposición patriarcal. Para ello, acuden a la historia de dos de las grandes mujeres de la mitología griega, Helena de Troya y Clitemnestra, dos personajes que siempre se nos han presentado como las culpables de auténticas desgracias y cuya historia ahora se analiza y se muestra desde otra perspectiva, una perspectiva más realista y humanizada.
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ToggleHey hermana! nos invita a revisar los mitos que han ido configurando nuestra sociedad
El punto de partida de Hey hermana! es un hecho importantísimo en la biografía de estos dos personajes femeninos y que, muchas veces, queda relegado a un segundo plano: Helena y Clitemnestra eran HERMANAS. Este hecho tan importante puede llegar a cambiar el discurso de la historia y que podamos ahondar más profundamente en su relación, en su tragedia y en su conflicto.
Por tanto, la propuesta teatral de El Eje comienza de una manera brutal: un canto a la sororidad, a la unión de fuerzas entre las mujeres que tenemos que luchar para impedir que empañen nuestra naturaleza y que nos juzguen y condenen. Mediante la historia de estas dos mujeres mitológicas, se nos anima a revisar toda la base sobre la que se ha construido nuestra sociedad y que dejemos atrás la lastra del patriarcado.
Personajes híbridos que son clásicos y contemporáneos al mismo tiempo
Me encantó este recurso para acercarnos la historia de estas dos mujeres a la actualidad. Porque, como bien dicen durante la obra, es muy fácil juzgar y criticar una guerra cuando nos cae cerca y lejos. Pero esa guerra que se nos plantea en la obra, es la misma guerra que seguimos batallando hoy en día. Así que los personajes juegan con esa dualidad: una historia pasada, pero con estética del presente. Me pareció muy acertado este recurso que nos hace vivir las dos realidades en el mismo momento.
La interpretación corre a cargo de Maria Hernández, Anna Elías y Beatriz Bonet, un trío poderoso y que nos hace vivir momentos emocionantes y llenos de fuerza. Su trabajo es excelente, llenan el escenario y nos hacen vibrar con su ira, su pasión y su indignación constante.
Metateatro divertido y combativo
Otro punto que me fascinó de Hey hermana! es el metateatro que aparece en la obra. La ruptura de la cuarta pared, el explicarnos cómo es el arco narrativo y en el momento en el que nos encontramos… Todo ello me pareció original, divertido y muy fresco.
Pero, además, y sin ánimo de hacer spoiler, el motivo por el que se recurre a este recurso es necesario. Ya está bien de seguir repitiendo y repitiendo las mismas historias. Los mitos y las leyendas los construimos nosotrxs, así que ya es hora de cambiar el discurso y de replantearnos qué clase de historia queremos que construyan nuestra sociedad.
Y la propuesta de Hey hermana! es muy interesante: una propuesta basada en la sororidad, en la exculpación de dos mujeres por el simple hecho de ser mujeres y en el empoderamiento de la mujer frente a los ataques constantes del patriarcado. Bravo.
- Lo que más me gustó: El juego con el pasado y el presente. Es un juego lleno de significado y que le aporta originalidad y cercanía a la obra.
- Lo que menos me gustó: Los números musicales. Las actrices no son cantantes y esos momentos chirrían y generan incomodidad.